Yanis, presente

Diez goles en nueve partidos con el juvenil A de División de Honor (ocho de Liga en el Grupo IV y uno de Copa del Rey), cinco en quince con el filial en el Grupo IV de Segunda RFEF y otros tres en cuatro apariciones con la selección española sub 19 (que prefirió a la sub 20 de Argelia) colocan a Yanis Senhadji con unas cifras excelentes en lo que va de temporada 23/24. Dieciocho dianas en 28 encuentros para confirmar que su reciente renovación hasta 2028 es una apuesta segura para el Real Betis, que tiene en este fornido delantero de 19 años recién cumplidos un baluarte a corto y medio plazo. Decidió el de Sant Feliu de Llobregat seguir de verdiblanco, pese a que su contrato expiraba el próximo verano y se le presentaban oportunidades para crecer lejos de Heliópolis. El CD Tenerife, que luego pidió su cesión a finales del mes pasado, trató de reclutarlo en propiedad, dándole galones en Segunda, a cambio de un porcentaje de futura venta para su actual club.

Pero, aunque las puertas del primer equipo siguen cerradas, Yanis no baja los brazos. Sabe que Manuel Pellegrini, que le tuvo un par de sesiones a sus órdenes la semana pasada, quedó muy satisfecho de sus condiciones. Y, para que se haga realidad su sueño, sólo cabe esperar y seguir haciendo lo que mejor sabe. Así, este domingo abría el marcador al filo del descanso en el derbi chico, mandando de zurda a la escuadra una dejada de Yassin Fekir. Quién sabe lo que le deparará el futuro, pues, pese a la marcha de Borja Iglesias al Bayer Leverkusen, permanece en la plantilla Willian José, autor del 0-1 el viernes en Cádiz y máximo goleador bético esta campaña. Y, encima, han aterrizado en el mercado invernal Cédric Bakambu, de camino ya tras quedar cuarto en la Copa de África, y 'Chimy' Ávila, que puede caer a banda pero que es también delantero.

Eso sí, el Palmeiras insiste en el brasileño, con margen de maniobra hasta el próximo 7 de marzo, una vacante que le granjearía más alternativas de promocionar. Yanis está tranquilo, consciente de que en La Palmera no se mira el DNI (que se lo digan a su amigo y coetáneo Assane Diao, estabilizado entre los grandes, o a otros que debutaron ya como Pablo Busto). De aquí al mes de mayo, todo es posible si continúa marcando goles por castigo. Tienen que alinearse los astros, de acuerdo, aunque, si no es esta temporada, sin duda llegará su oportunidad. La pinta que tiene el hispano-argelino, codiciado antes de demostrar nada en la elite, es impresionante. Un tipo de atacante de los que no abunda, todavía con detalles por pulir, claro, aunque con una flecha hacia arriba que apunta directamente al Benito Villamarín. Más temprano que tarde, llegará a su destino.