El plan de compra de Celta: a la tercera va la vencida
El club celeste ha intentado en los últimos tiempo la compra de dos equipos en Portugal como parte de su proyecto de internacionalización, aunque no llegaron a un acuerdo final; pese a que los precios han subido mucho, la intención de Mouriño sigue siendo la de invertir en el país vecino

Uno de los objetivos que tiene el Celta de Vigo a corto-medio plazo en su proyecto de crecimiento deportivo es el de la compra de un club de fútbol en Portugal. En los últimos meses es una vía que Marián Mouriño y su equipo de trabajo vienen explorando pero que hasta el momento no ha llegado a buen puerto, aunque no ha sido por no intentarlo. De hecho, hasta en dos ocasiones la entidad de Balaídos ha entablado negociaciones para adquirir la propiedad de clubes en el país vecino.

En primer lugar fue el Paços de Ferreira, que en la temporada 2023/2024 descendió a la segunda división lusa pero las negociaciones no salieron adelante. Y hace tan sólo unos meses, el Celta volvió a explorar esa vía pero con el Feirense, también de la segunda categoría del fútbol portugués. En esta ocasión los contactos fueron mucho más serios hasta el punto de que existió la posibilidad real de acabar concretándose. "Paços era uno, también tuvimos negociaciones con otros, que están en curso. Vamos a llegar a un acuerdo. Consideramos la Segunda Liga porque es desarrollar jugadores jóvenes de la cantera. Entrar por la Segunda Liga sería perfecto antes del salto a la Primera", reconocía en marzo la mandamás del Celta al diario O Jogo.
Pero como ocurriera con el Paços de Ferreira, las negociaciones se rompieron pese a que se llegó incluso a hablar de cifras de dicha compra, por la que el Celta iba a desembolsar 12 millones de euros para tener el 70% del accionariado del club que tiene su sede en Santa Maria da Feira, en el distrito de Aveiro, es decir, a apenas dos horas en coche de Vigo.
Un club satélite para desarrollar jugadores
Y es que una de las premisas de la entidad celeste es que el club satélite que compren debe estar cerca de Balaídos, ya que servirá también para el crecimiento de aquellos canteranos a los que el Celta Fortuna, que compite en Primera Federación, se les quede pequeño pero todavía no estén maduros para jugar en Primera división con el primer equipo.
La pasada semana, Marián Mouriño reconocía que seguían explorando otras vía en su proyecto de internacionalización del club. "Seguimos interesados. Tener un equipo en Portugal nos daría un escalón más para poder desarrollar talento y jugadores. El mercado de Portugal se calentó mucho, entraron muchos actores y los precios se inflacionaron mucho. No queremos hacer ninguna locura y sí aprovechar una oportunidad. Seguimos valorándolo", explicaba la presidenta, que intentará que a la tercera sea la vencida.

Dos ejemplos en Galicia
Este mismo plan que pretende llevar a cabo el Celta ya lo han practicado dos clubes de Galicia. Uno de ellos es el Racing de Ferrol, que a través del Grupo Élite adquirió a principios de 2025 el 80% del Tondela, que la pasada temporada ascendió a Primera y ahora lucha por la permanencia. Más tarde, fue Juan Carlos Escotet, propietario del Deportivo de La Coruña, compró el 90% del Penafiel de la segunda división portuguesa.