Los ultras de la Fiorentina ya hacen estragos en las calles de Sevilla
Desperfectos en el Casco Histórico, alguna carga policial aislada y primeros enfrentamientos contra radicales béticos en la víspera de la ida de las semifinales de la UECL
Como en 2015, tras la vuelta de las semifinales de la Europa League en Florencia contra los aficionados del Sevilla FC, los ultras de la ACF Fiorentina la están liando ya contra los del Real Betis una década después, esta vez en la capital hispalense y en la víspera de otras 'semis', ahora de la Conference League y con resolución igualmente en la Toscana. Y eso que, de las 2.500 entradas que correspondían a sus aficionados por la normativa UEFA de reservar un 5% del aforo de los estadios a los hinchas visitantes, el rival verdiblanco ha devuelto un millar, revendida luego entre los que se quedaron sin la posibilidad de asistir a una cita histórica para la que se ha colgado el cartel de 'no hay billetes' en el Coliseo de La Palmera, donde se espera una entrada sin precedentes, más cercana al tope de 60.000 que la del Rayo Vallecano en la antesala de la final de la Copa del Rey que los de Manuel Pellegrini se apuntaron en el Estadio de La Cartuja en 2022.
Reunidos en la céntrica Alameda de Hércules, los seguidores italianos dejaron tras de sí toneladas de basura y residuos, así como algún que otro desperfecto en el mobiliario urbano y los establecimientos de la zona, especialmente desde que los ultras béticos acudieron para intercambiar bengalas, puñetazos, golpes con bates de béisbol y lanzamiento de mesas y sillas, por lo que tuvo que intervenir el grupo de Antidisturbios de la Policía Nacional para dispersar a los energúmenos inmersos en una batalla que asustó al resto de viandantes y que, vista con cierta distancia, parecía una triste coreografía bajo fuegos artificiales. No ha trascendido ningún informe acerca de detenidos o heridos, aunque, desde luego, no se trata ni mucho menos del mejor aperitivo para el plato fuerte, que será el partidazo de este jueves, mientras que las perspectivas para el 'postre' de la semana que viene en Florencia son poco halagüeñas, como ocurrió con el reciente desplazamiento a Guimaraes.
Curiosamente, los radicales de la 'Fiore', reunidos históricamente en la Curva Fiesole que está siendo remodelada actualmente en el Artemio Franchi y trasladados momentáneamente a la ubicación contraria (la Curva Ferrovia), se declaran apolíticos, como demuestra su hermanamiento con los 'tifosi' del Hellas Verona (de ultraderecha) y los del Torino (de ultraizquierda), aunque son extremadamente protectores de su tierra y de su equipo, sembrando el caos y el pánico en varios de sus desplazamientos. De hecho, unos enfrentamientos durísimos con sus homólogos de la Roma propiciaron que se les obligara a disolverse en 1983, aunque, tras varias fusiones y refundaciones, siguen en activo.