La importancia de André Ferreira en el ascenso del Granada

El guardameta luso recuperó la titularidad en el tramo final de campaña donde el Granada certificó su regreso a Primera División

Iván DíazIván Díaz 6 min lectura

Séptimo ascenso del Granada CF a Primera División a lo largo de su historia. El conjunto andaluz se proclamó campeón de LaLiga Smartbank tras derrotar por 2-0 al Leganés gracias a una gran actuación del meta luso André Ferreira. En este sentido, el guardameta volvió a ser el principal artífice de una nueva portería a cero. Pese a haber estado más de siete meses en el dique seco, el meta regresó para suplir al lesionado Raúl y lo hizo a un nivel magnífico. Uno que bien lo conoce es Ricardo Pereira, actual entrenador de porteros del Independiente del Valle, y que lo tuvo bajo sus guantes en la cantera del Benfica.

En el último choque estuvo muy concentrado cada vez que un balón merodeaba el área. Esto, sin duda, es un hecho a tener muy en cuenta ya que André estuvo mucho tiempo sin competir, pero nunca perdió su capacidad de concentración. “Uno de los factores más importantes de André es su capacidad de resiliencia. Tiene fuertes creencias en sus capacidades, aún viendo que un compañero está jugando muy bien. Siempre cree en él y nunca deja de ser un profesional. En los entrenamientos, esté más contento o más triste, nunca deja de trabajar y nunca va a protestar. Además, cuando la oportunidad aparece la aprovecha. Y esto, como decía antes, no es nada nuevo. Yo recuerdo partidos de André donde venía de un largo parón y le tocó jugar contra el Oporto. Le daban la oportunidad de jugar en las copas y aparecía a un nivel máximo. Sin ser la primera opción, le regalaban la oportunidad y la aprovechaba. Esto nos hace ver que los entrenadores de porteros tenemos que estar pendientes de los otros porteros también”.

El nivel durante la recta final de la temporada de André no es una casualidad. El futbolista esperaba con ansias una oportunidad que le terminó llegando. Si bien, André no tuvo nunca un gesto de mal compañerismo porque, como expresa Ricardo, el luso no es así. “André empezó como titular, pero cayó lesionado y tuvo un largo parón. Su compañero empezó a jugar y lo hizo muy bien, y el propio André lo reconoce. André es muy buen compañero y ninguno de los que comparten portería con él se podrán quejar de su lealtad, de su capacidad para ser compañero y para apoyar a los otros cuando él no está jugando. Así era el André que yo conocí en el Benfica y así es su carácter”, afirmó su ex entrenador.

Un exentrenador que lo tuvo durante años en la cantera del Benfica, siendo además el que apostó por él para su llegada. “Fuimos varios los que lo pulimos. En Benfica trabajan bien con sus porteros y canteranos. Es verdad que tuve a André en Benfica. Lo tuve en dos etapas diferentes. Lo recibí a su llegada de un club amateur en Porto. Estuve en su proceso de contratación, porque fui a verlo a su club. Luego lo tuve en Sub-17 y más tarde en el filial”.

En suma, Ricardo siempre tuvo claro que vio en André Ferreira algo especial.Era un chico valiente. Te hablo de lo lejos que jugaba de su portería. Jugaba en mitad de la cancha e intentaba controlar todo el espacio posible a las espaldas de la línea defensiva, algo importantísimo para un club como el Benfica. Y luego, otro factor muy importante era la inteligencia de sus decisiones. André, sin entenderlo todo del juego, siempre buscaba estar bien ubicado. También nos sorprendió su liderazgo. Él jugaba en una categoría mayor a la suya y empujaba al equipo hacia arriba. Prácticamente empujaba las espaldas de sus defensas porque no quería nadie en su área e, incluso, fuera de su campo”.

André llegó al Benfica como portero para medio o largo plazo, y se ganó la titularidad nada más llegar. “André, además de ser un gran portero, es una gran persona. Lo conozco desde su llegada al Benfica hace ocho o nueve años y para mí es muy especial hablar de André. Para entenderlo, André llegó al club con 16 o 17 años y era un proyecto para medio plazo. Llegó con tantas ganas que, a pesar de que le faltase calidad y táctica para adaptarse de un club amateur a otro que peleaba por el título en esa categoría, el entrenador me decía “que se joda el proyecto de medio plazo, porque lo quiero en el arco y va a ser mi arquero para el final de temporada”. Se impuso por su voluntad y su talento”.

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