Óscar Murillo3 min lecturaLucas Ocampos, salvo giro mayúsculo de los acontecimientos, no saldrá del Sevilla FC en esta ventana de transferencias. El Fulham promete volver a la carga, pero la oferta que presentaron los ingleses, en realidad, no seducía del todo ni al argentino (un sueldo muy parecido al que ya percibe) ni al club nervionense (12+3 millones de euros), por lo que, aunque desde la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán habían dado inicialmente luz verde a la operación por la necesidad de reducir la masa salarial, el trato se ha terminado cayendo. El problema para Víctor Orta es que, con el tope de gasto fijado por LaLiga sobrepasado, sigue vigente la regla 1:4, por lo que los ahorros en fichas y los ingresos por ventas apenas se pueden utilizar para rearmar el plantel. Y el madrileño está teniendo serios problemas para buscar acomodo a los descartes y para que una salida deje réditos.
Con la decisión del de Quilmes, aparte de los más de cinco kilos que se liberarían entre emolumentos y amortización pendiente (casi lo mismo que volvería a poder ser gastado), se esfuma una de las últimas opciones para hacer caja con él, pues no consta que firmara la famosa ampliación apalabrada hasta 2025, así que oficialmente termina contrato el próximo verano y podrá marcharse gratis, negociando con quien desee desde enero de 2024. Encima, la del extremo ex del Marsella era una de las pocas vías finales de financiación antes del 2 de septiembre, necesarias para acometer la contratación de los tres jugadores que ha pedido Mendilibar: un central, un pivote y un delantero. Todas las miradas se centran ahora en el 'Tecatito', que pide un dineral para volver a México, donde Rayados le pretende, aunque seguramente sin un gran desembolso de por medio.
Aparte de Corona, Orta está intentando ceder a Gattoni o Kike Salas, pues Nianzou sigue lesionado, además de desprenderse de Óscar Rodríguez, Idrissi y 'Papu' Gómez. Está avanzado un nuevo préstamo de Januzaj al Basksehir, aunque los turcos únicamente asumirán el 40% de su salario. Un encaje final de piezas que obligó a renunciar a Lenglet, con una ficha descomunal hasta para el Aston Villa (que, al menos, pagará el 75% de los 18 millones brutos de su contrato), así como a Ansu Fati, que su padre, por cariño, quería ver de blanquirrojo, pero que se marchará al Tottenham. Por Ocampos iba a buscar un extremo, con Abde también bien colocado, aunque el Sevilla echa cuentas para, al menos, traer uno de los dos fichajes requeridos para la contención, siempre cedidos con opción de compra, pues no habrá ni mucho menos margen para un traspaso.