El revelador mensaje de Rafa Mir, descontento con su ostracismo en el Sevilla

Un aficionado le pide más rendimiento por redes sociales y el delantero decide no morderse la lengua. Sólo sumó 49 minutos entre los seis partidos que el Sevilla disputó en febrero y, tras jugar como extremo, ha vuelto a desaparecer de los planes de Sampaoli

El revelador mensaje de Rafa Mir, descontento con su ostracismo en el Sevilla
Rafa Mir apenas juega en el Sevilla y no disimula su malestar. - UES
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura

Aunque el Sevilla FC no termina de disipar las dudas y sigue sintiendo el calor de las cercanas llamas del descenso, en estos poco más de dos meses de 2023 ha habido varias noticias positivas. Se habla del buen rendimiento de fichajes invernales como Pape Gueye y el ahora lesionado Loïc Badé, así como de la recuperación de piezas importantes como Marcos Acuña, Suso Fernández o el ahora inspiradísimo Youssef En-Nesyri. Sin embargo, también hay casos que se pueden dar como 'vistos para sentencia' y uno de los más evidentes es el de Rafa Mir.

Tan evidente es, que el propio delantero murciano ha decidido que no callarse y contestar a una crítica que un aficionado le hizo a través de las redes sociales, soltando una escueta respuesta que, más que para defender, lo que deja entrever es lo que todo el mundo puede imaginar: que no está para nada contento con su ostracismo en el Sevilla FC.

Sólo 49 minutos de juego ha sumado Rafa Mir entre los seis partidos oficiales que el Sevilla FC ha disputado durante el pasado mes de febrero entre LaLiga (4) y la UEFA Europa League (2). El cartagenero se quedó sin vestirse de corto ante FC Barcelona, RCD Mallorca, CA Osasuna y en el duelo de ida contra el PSV Eindhoven. Únicamente contó con 45 minutos en el empate en Vallecas frente al Rayo y otros 4' en el choque de vuelta contra el conjunto neerlandés.

En enero, antes de que llegasen Bryan Gil y Lucas Ocampos, sí tuvo algo más de participación pero eran minutos sin prácticamente incidir en el juego del equipo, ya que siempre estaba muy alejado del área, como extraño extremo zurdo y, sin velocidad ni desborde para poder encarar, quedaba limitado a bajar balones e intentar protegerlos hasta encontrar una línea segura de pase. Así, 'sacrificándose' por el equipo, arañó 226 repartidos en seis de los siete encuentros de los nervionenses entre LaLiga y la Copa del Rey (sólo se quedó sin jugar en Linares).

Cuando llegó Sampaoli, llevaba casi un mes sin jugar con Julen Lopetegui, a pesar de que arrancó la temporada con la vitola de máximo goleador del Sevilla FC la temporada anterior con 13 goles (cuatro más que el segundo, Ocampos, con 9), como titular por delante de En-Nesyri y marcando el primer tanto del Sevilla FC en la LaLiga 22/23 en El Sadar de Pamplona. Tras formar de inicio en las tres primeras jornadas, cayó en el olvido con sólo un partido jugado de los ocho anteriores a la llegada de Sampaoli.

El técnico argentino explicó en no pocas ocasiones por qué cree que no le vale como delantero centro en su propuesta de juego -no le ve con capacidades socioafectivas, en lenguaje 'sampaolístico'-. Así, sólo le alineó cuando no le quedaba más remedio. Ya le abrió la puerta para salir en enero y, ahora que tiene otras opciones, ha vuelto a desaparecer de los planes, lo que casi le empuja a buscar destino desde ya para la próxima campaña. Por todo eso, después de una temporada tan complicada en lo personal, Rafa Mir no ha podido morderse la lengua.

El ariete, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, compartió unas imágenes de un posado con ropa de la firma deportiva que le patrocina en el sevillano Estadio de La Cartuja. La mayoría de comentarios eran de apoyo, pero un aficionado nervionense le realizó una crítica constructiva (o al menos con cariño) al decirle: "Colabora más en ataque, hijo, que te necesitamos".

La respuesta de Rafa Mir, que siempre ha sido bastante autocrítico y empático con el hastío de la afición del Sevilla FC ante una dinámica tan irregular, fue un emoticono con la mirada perdida en señal de incomprensión y un revelador mensaje que decía: "A ver si me hacen colaborar". A buen entendedor... pocas palabras bastan.

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