Carlos Alcaraz se abona al mínimo esfuerzo en Wimbledon

Ganar, ganar y volver a ganar, de eso va el deporte y de eso va especialmente el tenis. Una buena muestra de ello es lo que hemos tenido esta tarde en Wimbledon, donde Carlos Alcaraz ha superado la tercera ronda del Grand Slam londinense tirando de resiliencia, en una actuación funcionarial que le ha servido para batir en cuatro sets, 6-1, 3-6, 6-3, 6-4, a Jan-Lennard Struff. El ganador de las dos últimas ediciones no está teniendo su mejor semana, pero ya está en octavos de final y poco a poco va a seguir cogiendo ritmo. O al menos eso debería de buscar, porque mientras Jannik Sinner o Novak Djokovic intimidan por el otro lado del cuadro, él está a medio gas, más allá de ciertas muestras de talento en los momentos más tensos.

Un inicio fulgurante

Tras las dudas en los dos primeros partidos ahora a Carlitos le tocaba quitarse de encima las malas sensaciones ante una víctima propiciatoria para ello. Y lo ha hecho desde el primer punto del partido. Con el saque, su gran debe con Tarvet y Fognini, se sentía más como en Queen's que en los mencionados duelos. Más allá de tres dobles faltas, quizá por exceso de riesgo, y de dos bolas de rotura cedidas en su peor juego, no ha dado opción alguna a Struff en la primera manga. Apenas marcaba el reloj los 27 minutos de encuentro cuando esta manga inicial ya era historia gracias a un 6 a 1 para el murciano.

El duelo parecía estar llamado a ser un paseo militar para Alcaraz, más aún cuando en los primeros juegos de este segundo asalto consiguió una nueva rotura que reforzaba esta teoría. Sin embargo, fue un espejismo, porque lejos de darle más seguridad y hundir a su rival, consiguió lo contrario. Struff comenzó a jugar mejor y recuperó a las primeras de cambio el break, pero no se detuvo. El saque le funcionaba cada vez mejor y a partir de ahí cimentó su camino, que le llevó a conseguir otro quiebre y aprovechar las repentinas dudas del español para igualar la contienda.

Salvando la papeleta

La tercera manga era vital, pues otro pinchazo podía suponer mucho tiempo en pista al número 2 del mundo o incluso algo peor. Pero no fue así, pues se lo tomó en serio desde la primera bola. Con un juego más agresivo, variando golpes, evitando que Struff volviera a la táctica agresiva que le estaba sirviendo, y le funcionó a Carlitos. Muy pronto consiguió un break que aunque esta vez no pudo repetir, ahora si confirmó y después mantuvo hasta el final para poner el 6-3 final y poner a un paso del triunfo.

Todos los parciales han sido muy cortos, en torno a la media hora, por lo que aún perdiendo uno, el desgaste no estaba sido brutal. Hasta el cuarto set, que ha sido totalmente diferente. Struff ha vuelto a sacar muy bien, mejor que Carlos, al punto de que su aumento de rendimiento general le estaba dando incluso opciones al resto, obligando al español a salvar varias situaciones muy complicadas, pero lo consiguió. Así, agarrándose a la pista y teniendo que tirar de magia incluso, tuvo que esperar hasta el noveno juego, cuando el teutón desconectó y eso le costó el partido. Un quiebre confirmado en blanco para poner el 6-4 y cerrar el partido y el pase a los octavos de final, donde este domingo espera Andrey Rublev.