Carlos Alcaraz reconoce su sufrimiento

Para los mejores del mundo ganar es casi un obligación en todos los deportes, pero el tenis es uno de los que más se nota, puesto que cada partido es una batalla cara a cara contra un igual, que muchas veces es inferior. En el caso de Carlos Alcaraz eso está siendo este año una tortura, puesto que sufre y mucho para ganar partidos que en circunstancias normales se llevaría sin apenas dudas. El Masters 1000 de Montecarlo está siendo el epítome de ello, puesto que para alcanzar las semifinales ha tenido que ganar tres partidos muy sufridos, especialmente el de cuartos de final, donde Arthur Fils lo ha llevado al límite.

En un momento dado iba un set abajo y en el segundo cinco iguales y con tres bolas de rotura en contra, pero le ha dado la vuelta para primero empatar y después en el tercer y definitivo parcial, cerrar el partido. Aunque no ha escondido que se ha visto contra las cuerdas. "Estuve cerca de perder, un punto en el segundo set. Fue muy duro porque Fils mostró un nivel bastante alto". Y elevó el juego de su rival, que le pega "con una fuerza increíble" y es uno de los jugadores "más físicos".

Además de que él no terminó de estar cómodo, pues en algunos momentos cometió "errores en el primer o segundo golpe del intercambio", `pero. Me mantuve siempre, eso fue lo mejor que hice. Fue uno de los partidos más difíciles de la temporada". Una muestra más de una inestabilidad que empieza a causar problemas a los suyos. "Por mi salud y la de mi equipo es importante que juegue mis mejores puntos un poco antes. Mi equipo y mi padre me decían que les iba a dar un infarto si seguía así".

A por Davidovich

Con este triunfo alcanza por primera vez las semifinales del torneo monegasco, donde nunca antes había ganando un partido, y su rival será un viejo conocido, Alejandro Davidovich, lo que asegura un finalista español. El murciano sabe que su rival se crece en estas pistas, donde ya ha jugado una final. Aunque se conocen muy bien y eso puede ser un factor. "Davidovich es un amigo para mí. Jugaba con mi hermano mayor y le conozco muy bien. Hemos entrenado juntos y hemos jugado un par de veces". Su cercanía es tal que estuvo invitado a su boda, pero a la hora de la verdad no será un factor. "Nunca es fácil jugar ante un amigo pero esto es tenis y cuando sales a la pista no hay amigos"