Jannik Sinner bendice a la gran heroína de Roland Garros

Jannik Sinner está siendo el mejor jugador de Roland Garros, destrozando a sus rivales uno por uno, con una suficiencia que es difícil de imaginar teniendo en cuenta que ha enfrentando a grandes nombres como Andrey Rublev todo un ex top 10, o a Jiri Lehecka. Ya está en cuartos de final, donde le espera Aleksandr Bublik, un partido al que llega con la mosca detrás de las oreja después de ver a Carlos Alcaraz exhibirse en esta misma ronda contra Tommy Paul. Sin embargo, el de San Cándido está confiado y mientras llega su turno ha tenido tiempo de 'bendecir' a la que está siendo la gran historia de Roland Garros, la francesa Loïs Boisson.

Los dos extremos del tenis se han unido en la mañana de este miércoles en París, donde el gran dominador de la ATP ha estado calentando para su partido ante una de esas historias que nos llevan a pensar en que todo es posible en el deporte. La gala llegó al cuadro final de Roland Garros siendo la 361 de la WTA y gracias a una invitación. Un premio que le debía haber llegado el año pasado, cuando una lesión de rodilla muy dura la apartó.

En París, lejos de ser una comparsa como la mayoría de invitadas y más aún teniendo en cuenta su ranking, esta viviendo una historia de leyenda. Ya está en cuartos de final tras haber acabado por el camino con, entre otras, la 24ª favorita, Elise Mertens, o con la 3ª del mundo, Jessica Pegula. Dentro de unos minutos será el turno de medirse a Mirra Andreeva, la joya del tenis femenino, que ya fue semifinalista en París hace 12 meses y busca reeditarlo, algo para lo que, pese a la mística que engloba a Boisson, es favorita.

Los trucos de Sinner

Más allá de los recuerdos que se va a llevar de estas semanas y del apoyo de todo un país como podrá comprobar hoy, para la joven local el mero hecho de tener la posibilidad de preparar el partido más importante de su vida junto a Sinner será algo que siempre le va a acompañar. Además de que el astro de San Cándido le ha podido dar algún consejo para tratar de hacer lo que parece casi imposible y superar a la jovencísima rusa, que viene de un año muy bueno. En todo caso, de lo que dure este Boisson-Andreeva depende cuando salga a la pista Jannik, que será el siguiente ocupante de la Chatrier para medirse a Bublik.