El sorpresón de Roland Garros desafía a Sinner
Aleksandr Bublik es la gran historia de Roland Garros 2025 tras colarse en los cuartos de final, sin embargo, todo lo que ha hecho hasta ahora no le va a servir de mucho ante Jannik Sinner

Esta edición 2025 de Roland Garros no gana para sorpresas, ya que después de las primeras rondas ya estamos en los cuartos de final y con tan solo 8 jugadores en el cuadro podemos apreciar que hay nombres a los que ni en las predicciones más locas imaginábamos aquí en estas instancias. Más allá de los Carlos Alcaraz, Jannik Sinner o Novak Djokovic, a los que se podía esperar a estas alturas por lo visto en el pasado y por como llegaban, la gran irrupción es sin duda alguna Aleksandr Bublik. El kazajo jamás ha sido importante en tierra, ni siquiera este curso, pero ha explotado en París.
Bublik venía de ganar su primer título en arcilla hace unas semanas en Turín, pero poco aún así no era esperable semejante mejora. El epítome de ella fueron los octavos de final, donde tenía enfrente a todo un top 5 del mundo y que además llegaba en un estado de forma inmejorable, como era Jack Draper. Sin embargo, contra el londinense jugó uno de los mejores partidos de su vida, arriesgando, rompiendo el ritmo y usando lo que más destaca de su juego, el talento. Porque Aleksandr es sin lugar a dudas uno de los tenistas más talentosos de la ATP, pero le faltan otras muchas cosas.

Antes de saltar a la pista contra el de Sutton confesó que no sabía como iba a hacer para ganar, pero que saldría a divertirse, y vaya si lo hizo. Con un juego de muchos recursos, dejadas, derechazos y un saque certero. En la rueda de prensa confesó que a esfuerzo y físico tenía poco que hacer para pelear, pero a su estilo podría hacerlo, y le salió bien. Sin embargo, ahora contra Sinner será una historia totalmente diferente.
Ahora a por Sinner, con motivación
La mentalidad del kazajo es clara, ya que lleva a su manera los preceptos del trabajo duro y la lucha, sin arriesgar su cuerpo y su salud como otros, y luchando con sus armas. Aunque el gran cambio es el de que ahora ya no se queje de jugar an arcilla, si no que lo asume y trata de disfrutarlo, debido que hasta hace no mucho hablaba muy mal de esta superficie. "Quizás este sea el primer año en el que no me he quejado por jugar en tierra batida, ya que no tengo demasiadas opciones, estaba perdiendo muchos puestos en el ranking. Supongo que esa es la clave". Ahora falta por ver si es capaz de plantar cara al mejor del mundo, que está arrasando rivales uno tras otro en París.