Novak Djokovic destroza las expectativas en Roland Garros

Novak Djokovic llegaba a Roland Garros crecido tras conquistar su título número 100 el pasado sábado en Ginebra, pero más allá del hito numérico que no deja de ser una mueca más en su inmenso palmarés, el gran objetivo del de Belgrado comenzó un día después en París. Se trata de Roland Garros, donde él busca su 25º grande. En la tercera jornada ha sido cuando a él le ha tocado comenzar la fiesta, y enfrente tenía un rival de categoría como Macenzie McDonald, que sin ser uno de los grandes nombres de la ATP, a lo largo de su carrera ha dado varias sorpresas como ganar a Rafa Nadal en Roland Garros hace unos años. Pero en el Bosque de Bolonia ha sido otra historia.

De los 'tops' del ranking ATP solo 'Nole' estuvo hasta las últimas instancias la semana pasada, pero aún así no ha sufrido el más mínimo cansancio. Contra el yankee ha sido un martillo desde el primer día. Pese a mostrar algunas dudas con errores que con el paso de las horas en pista seguramente no cometerá, ha mantenido una línea muy constante. Incluso en los primeros juegos, cuando la lluvia ha sido una gran molestia que ha obligado a cerrar el techo de la Philippe Chatrier.

Si en el primer set ha dudado, pero lo ha cerrado por 6-3; una vez encontrada la estabilidad con la mejora de las condiciones, el de Belgrado ha sacado el martillo, repitiendo el mismo marcador dos veces más, certificando su victoria sin dejar dudas y mostrando que está para lo que se proponga. Ahora se medirá al ganador del duelo entre los franceses Corentin Moutet y Clément Tabur.

Sin Murray en el banquillo

Este duelo ha sido el primero de Nole en un grande con Dusan Mevic en el banquillo. Tras dejar a Andy Murray por los resultados irregulares, ahora su realidad es otra, pero más allá de que su unión no haya sido exitosa, siguen teniendo buena relación. Una muestra de ello es que se vieron en el homenaje a Rafa Nadal y mostraron buena relación, como confiesa el propio balcánico: "Hablamos un poco de golf, de familia, por supuesto, y también tuvimos tiempo para hablar con él y Roger en la sala sobre algunos buenos recuerdos que teníamos de nuestras rivalidades y de jugar contra Nadal aquí en Roland Garros. Fue muy especial estar en la sala con estos dos chicos por primera vez en mucho tiempo".