La heladería de Triana que enamoró a National Geographic

En los meses más calurosos del año, el helado se convierte en un auténtico tesoro para combatir el excesivo calor sevillano. Entre todas las heladerías de la capital y del país, una destaca no solo por su sabor, sino por su historia y autenticidad: Heladería Verdú. Fundada en 1972, este negocio familiar de tercera generación se ha ganado a pulso su lugar en el corazón de Triana y, más recientemente, entre las mejores heladerías de España según la revista National Geographic.

Con dos locales en Sevilla y su propio obrador, Verdú sigue elaborando helados artesanales sin aditivos industriales ni bases artificiales, apostando por ingredientes naturales y procesos tradicionales. Uno de sus locales, está situado en la calle Esperanza de Triana y el segundo se encuentra en la calle López de Gomara.

Esta filosofía le ha permitido ofrecer más de 70 sabores únicos que abarcan desde los clásicos de toda la vida, como el chocolate puro, la avellana o el turrón de Jijona, hasta creaciones innovadoras como el queso con miel y membrillo, ricota con mango y un original helado de rebujito, disponible durante la Feria de Abril.

Pero Verdú no solo apuesta por la variedad, también por la inclusión: su catálogo incluye opciones para personas con intolerancias alimentarias, como helados sin lactosa, sin gluten o sin azúcar, todos ellos elaborados bajo los mismos estándares de calidad que los tradicionales. Su oferta se completa con granizados naturales, polos de fruta y horchata valenciana artesanal, manteniendo siempre su compromiso con lo casero y lo auténtico.

A estos se suman sus famosas ‘biscuit grace’, un postre de origen artesanal que es elaborado completamente en su obrador y sus napolitanos, los helados de palo.

Su inclusión en el ranking de National Geographic —junto a otras cinco heladerías de Granada, Logroño, Guetaria, Girona y Bilbao— ha supuesto un reconocimiento a décadas de trabajo y pasión heladera. La publicación destaca de Verdú “su enfoque innovador, su defensa del producto local y su arraigo familiar”, una descripción que encaja perfectamente con la esencia de esta heladería sevillana.

Triana puede presumir de muchas cosas, pero tener una heladería que seduce tanto a vecinos como a viajeros, y que ha captado la atención de medios internacionales, es sin duda un delicioso y refrescante motivo más para saborear la ciudad, cucharilla en mano, bajo el sol sevillano, entre risas, aromas dulces, historias compartidas, momentos inolvidables y colores vibrantes del barrio.