Aitor Ruibal, hundido, pide perdón y no pone paños calientes

El autor de la asistencia del 0-1 admite que los verdiblanco se fueron "apagando" y generaron "muy poco arriba", por lo que, "así, es muy complicado"

Aitor Ruibal, hundido, pide perdón y no pone paños calientes
El de Sallent, junto a Hoxha, su pesadilla toda la tarde-noche. - RBB
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
Dinamo Zagreb

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Betis

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Desilusión generalizada en la expedición bética, que pactó con el Dinamo de Zagreb la cesión en la mañana de este viernes de las instalaciones de su ciudad deportiva para aprovechar mejor las pocas horas que habrá antes del encuentro de LaLiga del próximo domingo (16:15) ante el Athletic Club. Dado que un regreso tras el encuentro de vuelta de la ronda intermedia de la Conference League habría supuesto un aterrizaje en el Aeropuerto de San Pablo casi de madrugada, los responsables verdiblancos decidieron que los pocos profesionales sanos (viajaron 19, pero, al menos, dos vuelven con molestias, Bakambu y Miranda) que quedan descansen en el hotel de concentración y realicen una sesión de descarga en tierras croatas por la mañana para llegar a Sevilla a media tarde y tener reposo hasta el sábado, cuando se celebrará la última sesión y única completa antes de recibir a los de Ernesto Valverde, para lo que habrá que hacer un recuente final de efectivos.

Aitor Ruibal fue de los pocos que compareció en la zona mixta del Stadion Maksimir en una noche complicada. El catalán estuvo mal en defensa y mejor en ataque, como demuestra su participación decisiva en el 0-1. Insistió el carrilero diestro, que pasó en la segunda parte a ejercer de extremo, con Héctor Bellerín por detrás, antes de dejar su sitio a Rodri Sánchez, en una acción que parecía ganar el local Perkovic, pero el central y lateral zurdo golpeó al aire, estorbado por su compañero Hoxha, permitiendo al de Sallent llegar hasta la línea de fondo y esperar a que Cédric Bakambu se desmarcara al primer palo para desviar de tacón su pase de la muerte a la red. Por desgracia, la alegría duró poco, ya que los anfitriones empataron al poco de la reanudación para hacer bueno el 0-1 de la ida y avanzar hacia los octavos de final de la tercera competición continental.

"Estamos muy frustrados, pues teníamos muchas ganas de ganar hoy y pasar la eliminatoria. Hemos empezado bien, pero nos hemos ido apagando y hemos generado muy poco arriba. Así, es muy complicado", se lamentaba el '24', que reconocía que el cruce "se perdió allí", en referencia al jueves pasado. "Esta vez fuimos más intensos y mejoramos en la recuperación, pero no fue suficiente", añadía Aitor, que se lamentaba de que el Dinamo, "al final, ha chutado prácticamente dos veces en dos partidos y ha hecho dos goles". Por eso, pedía perdón a la afición y prometía, al menos, propósito de enmienda: "No queda otra que levantar la cabeza, hacer autocrítica y dar las gracias a los que vinieron a apoyarnos y a los que se quedaron allí. Los necesitamos más que nuca. Lo sentimos mucho; hablo en nombre del vestuario. Vamos a sacar esto adelante como sea".

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