"Los buenos futbolistas siempre pueden jugar juntos". Así de rotundo se expresaba el pasado jueves Manuel Pellegrini, en la rueda de prensa posterior a la victoria por 0-3 ante el KAA Gent, en un partido en el que el técnico del Real Betis apostó por aglutinar talento y por demostrar otro axioma: los 'cracks' no necesitan tiempo de adaptación, son capaces de brillas desde el primer día. El ejemplo gráfico de estas afirmaciones es el flamante refuerzo invernal Antony Matheus dos Santos, que en sólo tres partidos como verdiblanco suma tres titularidades, tres actuaciones destacadas, dos goles y una ilusionante conexión con Isco Alarcón, Giovani Lo Celso, Ez Abde, Cédric Bakambu... El extremo brasileño llegaba a Sevilla después de un tiempo de capa caída y su extraordinario nivel ha hecho que en Inglaterra empujen a Ruben Amorim a tener que defenderse por su decisión de abrirle las puertas del Manchester United.
¿Por qué en el Betis sí y en el United no? Ésa es la pregunta que se hacen en Old Trafford y que el técnico portugués ha intentado responder en su última comparecencia ante los medios de comunicación. Para ello, se ha mostrado ácido y ha regalado a Antony un elogio envuelto en una crítica. O, más bien, le ha criticado más que elogiado. Si bien pone en valor que nunca le ha cabido la más mínima duda del enorme talento que alberga el joven jugador paulista, que llevó a los 'Diablos Rojos' a pagar cerca de 100 millones de euros al Ajax de Ámsterdam para hacerse con sus servicios en el verano de 2022, también ha dado un palito al brasileño deslizando, como quien no quiere la cosa, que no todos los buenos futbolistas están preparados para asumir la altísima presión que tiene jugar en un club tan grande como el inglés. Especialmente en una época tan gris e irregular como la que vive de unos años a esta parte.
"A veces es así, esto puede pasar en cualquier club", comenzaba respondiendo Amorim al ser preguntado por el buen rendimiento que están dando descartes como Antony, cedido al Real Betis en este pasado mercado de enero, o Scott McTominay, traspasado al SSC Nápoles en la anterior ventana veraniega. "Este es un club con mucha presión. En este tipo de clubes hay que tener una base de equipo muy fuerte para poder poner a jugadores más jóvenes o a esos jugadores con talento que vienen del extranjero. Ellos lo que necesitan es llegar a un equipo con una base fuerte que pueda ayudarles a lidiar con esa presión. No tenemos eso en estos momentos, así que es muy difícil para ellos y lo sientes", ha continuado el entrenador del United en la rueda de prensa previa a la visita de este domingo al Tottenham Hotspur, donde ha sido cuestionado en varias ocasiones por si había visto el golazo del atacante en la UEFA Conference League.
A juicio del entrenador luso, ése ha sido el problema de Antony, ya que también consideró que en el Betis tiene mucha menos presión y mucha más libertad para sacar a relucir su calidad. "Cuando estás jugando mejor como equipo, tienes un núcleo fuerte que puede lidiar con todo esto. Cuando vas sacando victorias y te sientes en los partidos todo lo fuerte que se supone que debe ser este tipo de clubes, es más fácil que este tipo de jugadores se sientan más libres para jugar su fútbol... El fútbol es así. Cuando alcanzas ese nivel tienes que ser capaz de lidiar con la presión. A veces se van a otros clubes y son más libres, sin presión, y juegan mejor", añadió Amorim, en una respuesta en la que no estaba muy claro si su intención era elogiar o criticar al internacional brasileño de 24 años. Éste, por su parte, tiene una explicación bastante más sencilla, tan lacónica como reivindicativa: "En el Betis es feliz y en el United hacía tiempo que no lo era".