Arranca al fin la cuenta atrás: el día de la demolición de Preferencia

Después de unas semanas de retraso, en ocasiones por cuestiones inverosímiles, lo que ha hecho a muchos temer que el exilio en el Estadio de La Cartuja dure más de las dos temporadas previstas, este martes 9 de septiembre, tres días antes de que el Real Betis cumpla 118 años de vida, se producirá el hito más esperado en el recinto de La Palmera y el verdadero pistoletazo de salida a la profunda remodelación que vivirá la casa verdiblanca de aquí a 2027, cuando está previsto que concluyan las obras. De esta forma, según anuncia la entidad heliopolitana, se iniciarán al fin los trabajos de derribo de la grada de Preferencia, comenzando con la demolición de la parte baja de la misma desde el interior del campo y continuando con la escalera exterior ubicada entre la zona más antigua y la más moderna, el Gol Sur, sin duda el mayor contraste dentro de una edificación que data de 1929 y que ha sufrido varias modificaciones estructurales a lo largo de su historia.

La primera, tras la Guerra Civil, en 1939, para seguir en 1958 con la elevación de los graderíos tras ambas porterías, la instalación de las torres de iluminación eléctrica en 1959 y la reconstrucción de ambos Goles entre 1971 y 1973.​ Dos años más tarde, se añadió la tribuna de voladizo; en 1979, la de Fondo; y, en 1981, la de Preferencia, ganando un año más tarde su primer anfiteatro. Por imperativo de la UEFA, que exigía que todos los espectadores estuviesen sentados, se inició a finales de la década de los 90 del pasado siglo una remodelación interna que, el 1 de enero de 2000, permitió reestrenar la mitad del Villamarín, que permanecería así hasta 2016, cuando Haro y Catalán consiguieron que se derribara el Gol Sur, que quedó terminado en el verano de 2017. Ahora, los jóvenes empresarios sevillanos ven culminado su plan con el adiós de Preferencia, aunque seguro que ni ellos mismos soñaron con lo que se viene.

Y es que, dos años más tarde de que se sacara a concurso el proyecto del Nuevo Estadio Benito Villamarín, los responsables de 'Ahora, Betis, Ahora' no se conformarán con acoplar el graderío más grande de todo el recinto al conjunto existente e instalar una cubierta, sino que se han decantado por el boceto más ambicioso de cuantos se presentaron, con un remate moderno e integrado en el barrio a partir del actual solar frente a la antigua puerta de cristales que se usa como aparcamiento. Mudados ya a La Cartuja, este martes se inicia la verdadera cuenta atrás antes de que la futura casa del beticismo, que ha debido luchar contra algunas quejas vecinales y unos estrictos controles municipales, empiece a tomar forma.