Bestial recibimiento al Betis: un jugador ultra, manteos, botes...

La llegada del equipo a la ciudad deportiva la pasada madrugada fue un verdadero fiestón con imágenes para la historia que reflejan la euforia que se vive en Heliópolis

Lo que ha ocurrido esta madrugada en el parking de la Ciudad Deportiva Luis del Sol es reflejo del ambiente de euforia y felicidad que se vive en el beticismo, en una nube por el increíble estado de forma de su equipo y por la nueva victoria épica. Y es que la remontada en Cornellá con el golazo estratosférico de Antony hizo estallar más si cabe a la afición, que no pudo resistirse y que se desplazó en masa a la Avenida de Italia para recibir al autobús del equipo.

Así, sobre las 00:30 de la noche, la expedición verdiblanca llegaba a casa y le esperaba una increíble sorpresa, un tremendo fiestón con más de un centenar de béticos a los que no les importó que hoy lunes había que madrugar. Y es que lo que se vivió la pasada noche fue una barbaridad, un suculento entremés de lo que puede suceder si el jueves el Betis logra el pase a la final de la Conference League ante la Fiorentina en el Artemio Franchi.

Los propios futbolistas se quedaron sorprendidos y participaron incluso de una celebración en la que hubo bengalas, cánticos e imágenes poco comunes que retratan la comunión entre la afición y un equipo ahora mismo capaz de todo.

Así, una de las cosas que más llamó la atención fue ver a una de las estrellas incipientes del Betis mimetizado entre los aficionados, convertido en un ultra ondeando una bandera con fuerza y entonando cánticos junto al resto de hinchas. Se trataba de Pablo García, cogido en hombros por un amigo y que no paró de animar eufórico. Y es una de las grandes promesas de la cantera bética, convertida ya en una auténtica realidad tras renovar su contrato.

Además, en un entorno donde podía ocurrir cualquier cosa, Isco, ídolo total el beticismo, fue manteado por los aficionados, mientras que Manu Fajardo realizó el recorrido a hombros, llevado en volandas como unos de los responsables de la situación privilegiada del Betis.

Como no podía ser de otra forma, los futbolistas participaron activamente y botaron al ritmo de los cánticos del beticismo, a la par que les acompañaban en sus vitores. Un momento único, fruto del momento espectacular que vive el Betis y que podría culminar con su primera final europea. Es difícil imaginar entonces lo que ocurrirá si los de Pellegrini hacen bueno en Florencia el 2-1 de la ida.