Lo Celso y el verano perfecto para pensar en grande

Escarmentado ante la falta de oportunidades, el argentino tiene previsto forzar una salida en la próxima ventana, crucial por iniciarse su último año de vinculación; el Betis prepara el mejor escenario para pujar y el Barça dejó de llamarle hace tiempo

Lo Celso y el verano perfecto para pensar en grande
El rosarino anota un gol en diciembre pasado al Manchester City. - CORDON PRESS
Óscar MurilloÓscar Murillo 5 min lectura

El Real Betis no se olvida de Lo Celso y Lo Celso no se ha olvidado del Real Betis. Ambas afirmaciones son ciertas, hasta el punto de que los contactos entre ambas partes han sido constantes y fluidos en los últimos meses, prácticamente desde que el rosarino se marchó hace cinco años para convertirse uno después en el traspaso más caro de la historia del club verdiblanco. Nada menos que 48 millones de euros acabó desembolsando el Tottenham: 16 por la cesión y 32 por la opción de compra que, lógicamente, terminó ejerciendo, aunque el zurdo no era precisamente el ojito de José Mourinho. Con 28 primaveras recién cumplidas, el mediapunta parece ya escarmentado en Londres, donde Ange Postecoglou y Daniel Levy le vendieron una moto que no llegó ni a arrancar, aunque fue suya, a la postre, la decisión de no moverse al no cuajar ninguna de las dos opciones que realmente le seducían y negarse los 'Spurs' a cederle nuevamente.

Tasado en 25 kilos, nadie apostó por Gio en las dos últimas ventanas, cuando hubo bastante ruido desde Heliópolis y la Ciudad Condal. El próximo verano, cuando se iniciará su último año de vinculación, la situación debe ser bien diferente, puesto que será la oportunidad postrera para que el dueño de sus derechos recupere parte de lo que invirtió, pues en Año Nuevo ya podrá comprometerse con quien desee y asegurarse una prima de fichaje jugosa en 2025. Según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, el internacional albiceleste está bastante molesto por la falta de minutos (46 desde que volvió de una lesión muscular que coincidió con el 'deadline' invernal) y, aunque mantiene su rol protagonista con Lionel Scaloni, teme perder su sitio en la próxima Copa América. No se arriesgará en vísperas del Mundial de 2026, con relevo generacional previo en su selección, por lo que está decidido a encontrar un destino donde sentirse a gusto y jugar asiduamente, con Betis y Barça como equipos preferidos.

El Real Betis debe preparar el mejor escenario para pujar con argumentos por Lo Celso, que pasa por una venta de Nabil Fekir y alguna otra que deje plusvalías en las arcas heliopolitanas (Rui Silva, Rodri, Sabaly, incluso Isco...) o sirva para cuadrar cuentas (Willian José, Borja Iglesias...). Contando con que el Tottenham rebaje sus pretensiones y el protagonista apriete para volver al lugar de Europa donde más brilló (16 goles y seis asistencias en 46 partidos), ayuda la confirmada marcha de Xavi Hernández, verdadero valedor del argentino en el Camp Nou, donde hay otras prioridades, como un pivote defensivo, y poco para gastar. De hecho, hace meses que no llaman desde la entidad culé, coincidiendo con la llegada de Deco para suplir a Mateu Alemany. Es cierto que Monchi también se interesó por Gio y podría pagarle más en el Aston Villa, aunque el atacante parece convencido de no seguir en la Premier y prioriza volver a LaLiga.

Lógicamente, si hay un mejor postor en Inglaterra será más complicado sacar de allí al ex del PSG, pero el jugador forzará para que le dejen elegir. Y, como ocurrió en el caso de Pablo Fornals, al final los futbolistas terminan firmando donde quieren casi siempre. Con todo, el Betis tratará de que la propuesta, como la del castellonense al West Ham, sea también suficiente. A Manuel Pellegrini la idea le gusta mucho, máxime en una plantilla sin Fekir, entre otras cosas porque, como pasa con Isco y el propio ex villarrealense, atisba mucha polivalencia en Lo Celso, que puede ejercer por dentro, acomodarse a las bandas y, como le ocurrió aquí en la 18/19, ejercer hasta de 'falso 9'. El talento nunca está de más, piensa el chileno. La directiva, con un José Miguel López Catalán que participó activamente en las negociaciones para traerlo y convenció a su familia de la pertinencia de firmar en La Palmera, está loca por el reencuentro.

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