Borja Iglesias, en estado de gracia
El delantero compostelano vive uno de sus mejores momentos desde su regreso al Celta. Su gran rendimiento en Balaídos y su segunda convocatoria con la selección reavivan el sueño de disputar el próximo Mundial con España

Borja Iglesias está volviendo a disfrutar del fútbol. Desde que el pasado verano decidiera poner fin a su etapa en el Real Betis y comprometerse con el Celta de Vigo hasta 2028, el delantero gallego se ha reencontrado con su mejor versión. La felicidad con la que regresó a Vigo se nota cada fin de semana en el campo, donde combina trabajo, gol y liderazgo.
El atacante, que en enero cumplirá 33 años, se ha convertido en una de las piezas clave del equipo de Claudio Giráldez. Su actuación frente al Barcelona fue una muestra más de su excelente momento. Ese nivel ha convencido también a Luis de la Fuente, que le ha vuelto a incluir en su lista para los compromisos de clasificación para el Mundial 2026 en Norteamérica.
Del adiós a la Roja al sueño de volver
La relación de Borja Iglesias con la selección tuvo un parón tras el caso Rubiales-Hermoso, cuando el compostelano decidió dar un paso al lado en señal de apoyo a Jenni Hermoso. Meses después, el delantero ha recuperado la ilusión y el protagonismo que tanto echaba de menos.

En el terreno de juego, sus números hablan por sí solos. El tanto que anotó ante el Barça -una gran volea tras asistencia de Jutglà- lo sitúa entre los máximos goleadores españoles de LaLiga, con cinco dianas, las mismas que Ferran Torres y Oyarzabal, con quienes coincidirá de nuevo en la concentración de la selección. A eso se suman dos goles más en la Europa League, lo que eleva su registro a siete en 16 partidos oficiales.
Un delantero que vuelve a rugir
El curso pasado, por estas fechas, solo había marcado cuatro goles, terminó la campaña con 11 goles que le sirvieron a su equipo para entrar en la Europa League. Este año, en cambio, su impacto es total. Más allá de los números, Borja aporta carácter, presión y juego de espaldas, aspectos muy valorados por Giráldez y por el cuerpo técnico de la Roja.

Sin Álvaro Morata, que sigue sin marcar en el Como de Fàbregas, el compostelano gana enteros para hacerse un hueco en la lista definitiva del Mundial. Si mantiene este nivel, con la misma entrega y eficacia, Borja Iglesias tiene muchas papeletas para volver a representar a España en una gran cita.
En Vigo lo saben bien: el Panda está feliz, motivado y con la puntería afinada. Y cuando Borja sonríe, el Celta -y ahora también la selección- lo nota.