Giráldez mantiene su apuesta por el 4-3-3 pese a los imprevistos ante el Barça
El técnico del Celta quiso cambiar el dibujo en Montjuïc, pero la lesión de Mingueza le obligó a mantener el plan inicial. La falta de efectivos en ataque sigue condicionando la idea de juego de Giráldez

Claudio Giráldez no se rinde en su intento de dar una vuelta de tuerca al Celta. El técnico vigués explicó tras la derrota ante el Barcelona que su idea era pasar a un 4-3-3 en la segunda mitad, pero la indisposición de Óscar Mingueza cambió el guion. "Nos trastocó la idea de poder cambiar a cuatro, que era lo que teníamos pensado con los cambios de Bryan, Iago y Jones", reconoció.
El plan estaba claro: mantener unos minutos más la defensa de tres y luego introducir más velocidad por fuera con Bryan Zaragoza e Iago Aspas, buscando abrir el campo y sorprender a un Barça cada vez más cómodo. Sin embargo, la lesión de Mingueza forzó a Giráldez a mantener el sistema inicial y a improvisar sobre la marcha.
El 4-3-3, una idea que sigue viva
Desde su llegada al banquillo en marzo del 2024, el técnico solo ha empleado el 4-3-3 en tres ocasiones, -el año pasado contra el Barcelona y esta campaña ante el Elche y frente al Dinamo de Zagreb-, pero es un esquema que sigue muy presente en su libreta. "Tal y como estamos ahora de efectivos arriba, con ciertos jugadores nos encaja mejor jugar de cuatro y con otros nos encaja mejor jugar de tres", explicó.

Las bajas de Williot Swedberg y Hugo Álvarez, ambos con molestias físicas, están limitando las variantes ofensivas del equipo. Aun así, Giráldez insiste en su apuesta por un Celta versátil, capaz de cambiar de cara según el rival. "Creíamos que al Barça le podíamos sorprender jugando de tres, y creo que lo hicimos en la primera parte. Contra el Dinamo pensábamos lo contrario, sorprender jugando de cuatro", apuntó.
Un plan con antecedentes y una idea firme
El técnico recordó que esta misma apuesta ya le dio resultado la pasada temporada, cuando el Celta logró puntuar en Balaídos y rozó la victoria en Montjuïc. "En esos partidos jugamos de cuatro, con los laterales más bajos y Bryan y Jones generando uno contra uno. Estábamos preparados para ese tipo de encuentro", recordó.

La intención, asegura, sigue siendo la misma: un equipo adaptable, competitivo y con margen para crecer. Por ahora, los problemas físicos y la falta de continuidad en ciertas piezas frenan su plan, pero Giráldez mantiene su hoja de ruta.
"Tenemos cosas que queremos que pasen, pero hay que estar atentos a lo que va sucediendo", resumió el entrenador. Un mensaje claro: el Celta busca su mejorar su identidad, una idea de juego que no deja de evolucionar y con la vista puesta en Europa que la tiene a únicamente cinco puntos.