Marc Márquez resuelve sus problemas en Malasia

Marc Márquez ha terminado las tres jornadas de tests de pretemporada en Sepang con buenas sensaciones, ya que pese a haberse quedado lejos de su hermano Álex y de Pecco Bagnaia, dominadores de la tabla de tiempos, ha podido probar muchos aspectos de la Ducati

Marc Márquez resuelve sus problemas en Malasia
Marc Márquez en los tests de pretemporada 2025 de Sepang en el box de Ducati - Cordon Press

El Mundial de MotoGP ha celebrado estos días sus primeros tests oficiales de cara a la próxima temporada en el trazado malayo de Sepang, donde a lo largo de tres jornadas los pilotos han podido probar por primera vez las motos con las que van a afrontar desde el último fin de semana de este mes el extenso calendario de 2025. Y pese a que ha habido sorpresas, tanto positivas como negativas, se ha confirmado lo que ya se sabía, que Ducati está un paso por delante. Al punto de que una de sus motos de 2024 ha sido la más rápida, la de Álex Márquez, batiendo incluso a las GP25 de Pecco Bagnaia y de Marc Márquez, aunque este último se va aún más contento de las pruebas.

El seis veces campeón de MotoGP se ha estrenado con su nueva Ducati de fábrica y ha terminado con un destacado sexto puesto, algo lejos de su hermano o de Pecco, pero pese a todo cómodo con la máquina. De hecho ha sido uno de los que mejor ritmo ha tenido en la simulación de carrera. Pero sobre todo ha podido probar muchas cosas, lo que era el verdadero objetivo y le va a permitir llegar más cómodo a la primera carrera: "salimos de estos tres días de test con las ideas claras para ir a Tailandia”.

Muchas pruebas

Si algo ha hecho este viernes ha sido probar la moto, pues ha sido el piloto que más vueltas ha dado a la pista, 70, tratando de ajustar algunas cosas que no terminaban de estar del todo bien. “He tenido tiempo para mí en dos salidas y en ellas hemos probado puesta a punto, porque estaba sufriendo en un punto concreto. Y poco a poco nos hemos ido conociendo con mi nuevo técnico: hemos hecho dos cambios y ya me he sentido mucho mejor”. Aunque a la vez ha desvelado su mayor problema, que es en la frenada, donde estaba "sufriendo un poco" pese a que uno de sus fuertes.

Aún con estas dudas y con la caída de ayer, se puede ser optimista, ya que las cosas le están funcionando y poco a poco va integrándose con su nuevo equipo y con el nuevo técnico, con el que cada vez se entiende mejor, pese a que le queda un poco del proceso. Por lo pronto aún le queda una última oportunidad para testar aspectos de la máquina, los dos días de tests la semana que viene en Burinam.