La gran joya de la WTA es candidata a todo en París

En el mundo del tenis tener certezas es casi imposible, porque lo único cierto es que todo puede pasar y las sorpresas están a la orden del día. Sin embargo, en el circuito WTA una de las afirmaciones de futuro más claras que se pueden hacer es que tarde o temprano Mirra Andreeva va a ganar un Gran Slam. A sus 18 años la jovencísima rusa es uno de los nombres propios de la temporada y tiene madera para conseguir grandes cosas. Este es su primer año entre las diez mejoras y ya ha sumado varios WTA 1000, pero en París ha puesto la directa a su primer grande.

En 2024 se presentó al mundo en París cuando superó en cuartos de final a Aryna Sabalenka y solo una inspirada Jasmine Paolini la apartó de una final que ya parecía dispuesta para ella. Sin embargo, ese golpe le ayudó a crecer y ha terminado por definir lo que es hoy, una de las mejores tenistas del mundo y con capacidad para casi lo que se proponga, independientemente de quien tenga enfrente. Eso es lo que está demostrando en esta edición en el Bosque de Bolonia, donde hasta ahora no ha tenido gran oposición.

Un huracán venido del este

Tras arrollar a Cristina Bucsa y Ashlyn Krueger en las dos primeras rondas, la cosa se le complicaba en la tercera, donde se medía a su compatriota Yuliya Putintseva y no le ha dado opción casi de jugar. La de Krasnoyarsk ha sacado el arsenal de golpes que posee, alternando la potencia que le da su hercúleo físico, con una mano cada vez más fina, lo que era uno de los grandes debes de sus inicios. Pero con esa mezcla tan bien pulida por Conchita Martínez ha sacado de la pista a su rival por la vía rápida, en dos sets muy bien trabajados y definidos por 6-3 y 6-1.

Ahora en los octavos de final se va a medir a un hueso bastante más duro, la 19ª favorita, Daria Kasaktkina, quien se ha impuesto a Paula Badosa y está cuajando un torneo muy serio. La dureza de la australiana, una de esas jugadoras que te obliga a jugar siempre un golpe más, será una gran prueba de fuego para la 'niña' de oro del tenis femenino, aunque en caso de cumplir con los pronósticos, se plantará en los cuartos de final con expectativas de levantar la corona el próximo sábado.