Joao Fonseca se lleva un golpe de realidad en París

El 2025 ha sido el año en el que ha nacido una estrella en la figura de Joao Fonseca. Tras tantos años escuchando hablar de un joven brasileño que estaba llamado a pelear por ser la nueva estrella del tenis, pues tenía las condiciones de los elegidos, el de Río se plantó en la élite. Ganar a Andrey Rublev en el Open de Australia fue su primer gran hito, pero desde entonces ha ido a más y a más, hasta terminar logrando un triunfo importante la semana pasada en el ATP 500 de Viena, su gran consagración después de algunas dudas en la parte media de la temporada.

A su edad -19 años-, está por hacer, pero poco a poco empieza a asomar la cabeza entre los mejores, puesto que ganar en Austria le sirvió para colarse entre los 30 primeros de la ATP. En esa línea ascendente tan marcada llegaba al Masters 1000 de París, el último del año y donde se había ganado ser uno de los candidatos a, como poco, hacerlo bien y llegar lejos. Sin embargo, no tenía ni mucho menos un cuadro fácil, lo que sumado a la carga partidos que llevaba en el cuerpo, complicaban pensar en una sorpresa.

La realidad golpea fuerte

Aún así se estrenó con una victoria durísima ante Dennis Shapovalov, peleando durante tres sets para terminar obteniendo el pase a la segunda ronda tras remontar después de perder el primer set. A partir de ahí el nivel subía incluso más, pues jugaba por un puesto en los octavos de final ante el 10º cabeza de serie, Karen Khachanov. Y el ruso es otra cosa, pues si algo tiene es seguridad y resiliencia, para agarrarse a la pista ante un jugador con mucho talento, pero aún algo falto de mentalidad.

Por eso aunque Fonseca sorprendió, ganando el segundo set tras perder el primero de forma muy abusiva, pero reaccionando bien, jugando con un gran despliegue de derechas y saques muy potentes, sin importarle en exceso que la pista estuviera muy lenta, en la tercera se ha topado con la realidad a lo grande. Así en el decisivo todo estaba por jugarse, aunque la deriva era favorable al carioca, hasta que el ruso se reencontró. Con mucho dominio de la situación, manejando los tiempos y aprovechando un quiebre, hasta cerrar el partido con un 6-3. Así Khachanov le puso fin a la racha triunfal de la gran promesa y se medirá con Álex de Miñaur en octavos.