De ultrafondista a docente: las claves de la doble vida de Chamba

Juan Bautista ‘Chamba’ es capaz de hacer en un fin de semana 10 kilómetros de natación y 145 de bici con casi 2.000 metros de desnivel; el sábado, otros 276 kilómetros de ciclismo con más de 4.000 metros de desnivel; y el domingo, un doble maratón. Una actividad física tan exigente la del ultramaratón que le pide entre cinco y seis horas de entrenamiento diarias. Y por si fuera poco, ejerce a la par de profesor universitario Licenciado en Educación Física y Especializado en nutrición deportiva. De este modo, su capacidad para compaginar sendas actividades es merecedora de elogios. En una entrevista con ESTADIO Deportivo relata los trucos y desvela el secreto para su estilo de vida.

Lleno de armonía considera Chamaba un día a día donde para él todo forma parte de un pack indivisible: ”No hay vidas paralelas porque no hay tiempo para tener vidas paralelas. Yo lo englobo todo en la misma vida. Cuando hablas con un deportista de élite, está centrado en su disciplina, en competir y yo entendí que al fin y al cabo tenía que hacer toda mi vida en una. No puedo parcelarla porque no tengo tiempo de gestión y bueno, es la única manera de poder llevar todo y de que no me lastre nada”, explica.

En España, la falta de respaldo financiero a través de patrocinios le impide dedicar sus cinco sentidos al alto rendimiento: ”Si me pudiera dedicar profesionalmente al mundo del alto rendimiento pues seguro que todavía un plus de mejora tendríamos. Pero bueno, aquí en España no me puedo dedicar porque el tema sponsor es una disciplina que ya comenté antes. Somos unos locos con zapatillas y bueno, al final tengo que asumir lo que hay aquí en España”.

No le faltan oportunidades de vivir en el extranjero del ultramaratón: “Yo quiero mantenerme aquí en España ya que cuando ganamos el campeonato del mundo en Hawái este pasado noviembre pues me salieron cosas allí. Pero al fin y al cabo te tienes que ir para allá y bueno, no es el momento porque con los dos pequeñajos el estar allí… Y bueno, la verdad es que esto es lo que hay. Te tienes que adaptar a la situación y no me puedo dedicar profesionalmente solo a ello. Yo creo que sería una de las grandes apuestas que podría hacer pero como no es mi sitio pues imposible. Inviable aquí en España”.

Su modo de vida se antoja un quebradero de cabeza para sus amistades y, en un principio, para su familia: “La verdad es que tengo que negociar continuamente, sobre todo con mi mujer y mis padres. Lo primero que hago es hablar con mis padres y bueno yo le digo que quiero seguir este estilo de vida, que si ellos me apoyan pues sin el apoyo de ellos sería imposible. Y con mi mujer negociando mucho. Tengo dos niños: Daniela de 7 años y Noah de 5 años y al fin y al cabo, yo nada más que le digo que no quiero que me entiendan, pero que me respeten. Eso es lo que va a hacer que yo sea feliz y una vez que sea feliz yo”…

Al final de la entrevista, Chamba nos desveló también un lado gestor, que tampoco le impide dedicarse a su familia: “También gestiono instalaciones deportivas y el tiempo que tenga con mi familia pues tiene que ser máxima calidad. Si me quitan lo que amo pues no voy a ser feliz y al final no le voy a poder reportar nada a ellos. Y bueno, esto es como negociar todos los días por intentar luchar por mi vida y sobre todo por ellos, porque yo quiero que ellos sean conscientes de lo que yo aprendí”.