Aitor Ruibal lanza un aviso a sus compañeros

El gol de Aitor Ruibal a los 20 minutos de partido hacía que los muchos aficionados béticos desplazados al Martínez Valero se las prometieran muy felices. Pero el tanto de Valera en el tramo final del partido castigó la falta de mordiente de un Real Betis que concedió el balón al Elche y confió su plan al buen hacer defensivo del bloque. Pese a ello, los verdiblancos gozaron de algunas llegadas en el segundo acto para sentencia, pero faltó acierto, como admitió el propio goleador verdiblanco.

"Nos vamos con un sabor agridulce porque han tenido mucha la pelota pero luego apenas hemos recibido peligro en el área y hemos tenido situaciones para el 0-2. No lo hemos metido y eso te penaliza ante equipos que juegan muy bien al fútbol".

"Obviamente, ha faltado cerrar el partido. Al final diría que es lo único que nos ha faltado, también tener más control del balón, porque correr detrás del balón cansa mucho, pero el equipo ha hecho un buen partido. Nos ha faltado meter el segundo", añadió el catalán, que apostó por sacar una lectura positiva pese al pinchazo ante un recién ascendido.

En este sentido, el polivalente jugador bético admitió que las aspiraciones europeas del Real Betis obligan a vencer en campos así, aunque recordó que la temporada no ha hecho más que comenzar. "Estos partidos hay que ganarlos sí o sí si queremos estar arriba. Seguiremos trabajando, queda mucho. Esto es muy largo y si competimos así sacaremos muchos puntos", explicó.

En el plano personal, además Ruibal se sintió cómodo actuando como extremo diestro, posición en la que no venía desempeñándose habitualmente. Esta vez, fue el elegido por delante de Pablo García y a la espera del añorado Antony, en cuya incorporación sigue trabajando la dirección deportiva verdiblanca en esta recta final del mercado. Mientras tanto, el catalán cumplió en esa posición. Y no solo con el gol, pues fue el bético que más lo intentó, con otra buena ocasión a pase de Bellerín antes del 0-1 y un disparo lejano con mucha intención en la segunda mitad.

"Llevaba mucho tiempo sin jugar arriba y me he sentido bien. Falta un poco de ritmo todavía. Hace mucho calor y humedad pero no hay excusas", insistió Ruibal, que no quiso poner de este modo paños calientes a un resultado que deja un sabor amargo en la expedición verdiblanca, que ya piensa en el duelo ante el Alavés del próximo viernes.