Del Nido, Orta, Cordón y el nuevo técnico del Sevilla: universos paralelos en un mismo pasillo

El consejo de administración del Sevilla FC se reunirá en las próximas horas para escuchar de boca de José María del Nido Carrasco una propuesta para rescindir el último año de contrato a Víctor Orta y plasmar el acuerdo que el presidente nervionense, en primera persona, ha cerrado ya con Antonio Cordón. Antes, fueron tanteados otros como Braulio Vázquez o David Cobeño. En la misma cita saldrá el nombre de Imanol Alguacil como primera opción para el banquillo, aunque el entrenador vasco sigue sin tenerlo nada claro. Lo más sorprendente de todo es que, según ha podido confirmar ESTADIO Deportivo de fuentes directas, es que estas decisiones que se han tomado de manera irrevocable son conocidas por todos los actores de la operación menos por el director deportivo madrileño. La última noticia oficial que éste tiene en ese sentido es la defensa a ultranza que realizó Júnior de su figura en la última comparecencia de ambos y la promesa de que, en caso de que llegase el escenario de un cese de las relaciones, siempre sería de una manera dialogada y pactada.

"Cuando lo contratamos lo hicimos dentro de un marco complicado. Víctor ha reducido un 50% el coste de la plantilla. Ha habido errores y aciertos, como tenemos todos. Estoy satisfecho del trabajo de Víctor Orta. A la afición le digo que ahora mismo toca lo que toca. No podemos dar los pasos de cinco en cinco. Estoy contento con el trabajo de Víctor y no me he planteado cesarlo en ningún caso. Ya lo dije la semana pasada en la entrevista con los medios oficiales del club. Entiendo a la afición. Cuando dije que me tocó liderar este Sevilla comenté que tenemos una hoja de ruta marcada pero hay veces que el presente te hace virar esa hoja de ruta. Cuento con el apoyo del capital social y de su consejo de administración. Y sabiendo lo difícil que es, estoy preparado para asumirlo", sentenció Del Nido el pasado el 14 de abril en la presentación de Joaquín Caparrós.

Precisamente por eso, porque prometió públicamente que no le destituiría y en privado le garantizó que lo hablaría antes con él, Víctor Orta ha seguido trabajando en sus funciones con teórica normalidad aunque consciente de que la prensa informaba de que Del Nido Carrasco también estaba moviendo fichas por otro lado. Hasta tal punto aseguran a este periódico que oficialmente sigue sin saber nada, que en la mañana de este mismo martes ha estado en su despacho realizando gestiones relacionadas con la planificación de la próxima temporada. De hecho, una de las conversaciones telefónicas que ha mantenido sido con el entorno de Imanol Alguacil, que le ha transmitido que el de Orio no lo ve nada claro. Normal, viendo lo que hay. Esas reticencias las saben también directamente el presidente y hasta Cordón, que también han hecho gestiones con el ex de la Real Sociedad.

Orta está especialmente molesto por las formas, aunque quienes más de cerca le conocen admite que hace tiempo que podía intuir un contexto tan hostil viendo el clima que hay en el estadio hacia todos los responsables del proyecto y ante la contundencia con la que hablan sus resultados en estos dos años y medio. Más que traicionado, porque entiende que son cosas que pasan en esta profesión, está sorprendido por el hecho de que nadie le haya dicho que el club ha tomado esta decisión y que, si nada extraordinario sucede, es cuestión de horas que deje el cargo en favor de Antonio Cordón, quien en un principio llegaría para firmar por tres temporadas y vendría con el equipo de trabajo que le ha acompañado en sus últimos etapas. ¿Qué sentido tiene seguir haciendo gestiones sin en breve estará fuera?

Viendo la situación, contrastada por ED con absolutamente todos los actores de esta historia, cabe deducir que no será sencillo llegar a un acuerdo económico con Víctor Orta a pesar de que Del Nido Carrasco sigue confiando en que así será. Cabe remarcar, para entender que el madrileño se aferre a ese año de contrato que tiene firmado, que hace poco más de cinco meses rechazó una oferta del Spartak de Moscú ruso que multiplicaba por cuatro sus actuales emolumentos en el Sevilla FC. Perdonar ese último curso sería decir 'No' a un acumulado de cinco sueldos. Y eso, reconocidos errores flagrantes al margen, no lo hace nadie -García Pimienta también reclama lo que es suyo-. Y menos cuando ve que todo el mundo sabía desde hace semanas que le querían mandar a la guillotina y, a las 14:00 horas de este 3 de junio, a él aún no se lo ha dicho nadie.