La agonía de Zverev tiene premio en Toronto
'Sasha' Zverev ha necesitado de casi tres horas para colarse en las semifinales del Masters 1000 de Canadá, tras vivir un partido agónico contra Alexei Popyrin, ganador en Montreal en 2024 y que le ha puesto contra las cuerdas

Alexander Zverev tiene en el Masters 1000 de Canadá una oportunidad de oro para sumar una nueva muesca a su palmarés, y es que las bajas de Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Novak Djokovic o Jack Draper, entre otros, le han dejado el cuadro muy limpio para poder optar a todo. No obstante, aún tiene muchos huesos en el camino y no solo en el otro lado del cuadro, donde Taylor Fritz aguarda con paso firme. En los cuartos de final lo ha podido comprobar de primera mano, donde ha necesitado tirar de garra y resistencia para batir al campeón del año pasado, Alexei Popyrin.
Zverev necesitó tres sets, definidos por 6-7, 6-4 y 6-3 en 2 horas y 42 minutos, para deshacerse de Popyrin, quien el año pasado ganó el torneo canadiense, solo que lo hizo en Montreal. De inicio, en el primer set, ninguno fue capaz de romper el servicio de su contrincante, lo que obligó a disputar el 'tie-break' en el que se mantuvo la igualdad. Pero al final fue el australiano, mejor en el saque, quien consiguió hacerse con el parcial para enfado del alemán, que tras 71 minutos de guerra no se explicaba el verse por detrás.

Una frustración con premio
Enb el segundo Zverev se liberó de parte de la tensión acumulada y empezó mucho set más asentado en la pista. Tanto que en la primera oportunidad que tuvo para hacerlo, rompió el servicio de Popyrin y colocó un 2-0 en el marcador. Y aunque el australiano repuso la igualdad con otra ruptura, en el décimo y definitivo juego, Zverev volvió a anular el servicio de su contrincante para adjudicarse el segundo set. Mientras que el set final, la igualdad fue mucho menos palpable. Sobre todo después de que Zverev volviera a romper el servicio de su rival en el segundo juego, y ahora sí, en mantuvo su saque para hacerse con el set por 6-3.
Toda la tensión del final del primer parcial fue una ayuda para un 'Sasha' que necesitaba un impulso así para poder doblegar a un jugador que, como el propio teutón confesó, juega el mejor tenis de su vida siempre en Canadá y contra el que tuvo que hacer un partido de "alto nivel". Aunque aprovechó también que el oceánico no pudo mantener el ímpetu con el que comenzó el duelo, el cuál le dejó descolocado. Fue más agresivo de inicio, hasta que el europeo encontró su ritmo.