Un pescadero tira de la manta sobre un pescado muy consumido: "No todos son seguros"
El pescado es un alimento muy presente en la dieta mediterránea y muy beneficioso para la salud, aunque existen matices

Consumir pescado es algo fundamental para nuestra salud, siendo un alimento muy presente en la dieta mediterránea. Vitaminas, proteínas, omega-3 o ácidos grasos son algunas de las cosas que hacen al pescado saludable e imprescindible para la nutrición del ser humano, siendo introducido en la dieta desde pequeños. Eso sí, existen muchas particularidades y, al igual que hay unos pescados mejores que otros para según qué cosas, hay algunos que no son recomendados para los más pequeños, existiendo errores que se hacen por tradición o cultura culinaria y gastronómica, pero que no son buenos.
Un pescadero ha desvelado en redes sociales, desde su establecimiento llamado Pescados Saturninos de Zaragoza, de que no todo lo que la gente piensa que es saludable tiene porque serlo, sobre todo si hablamos de alimentación para edades tempranas o nutrición infantil.
EL GRAN RIESGO DE CIERTOS PESCADOS
Los pescados que no serían seguros para niños son os que tienen mercurio u otros metales pesados, ya que hay especies que contienen cantidades importantes de estos metales, por lo que no son nada recomendables.
Tanto es así que la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria no recomiendan el consumo de este tipo de peces en edades tempranas.

Pescados como el pez espada, el atún o la lubina son algunos de los que contienen estos contaminantes, por los que deberían evitarse en niños. Al ser peces de gran tamaño y con una elevada longevidad son propensos a acumular mercurio u otros metales que pueden afectar el desarrollo neurológico de los más pequeños.
Otras especies como el cazón o la tintorera tampoco son muy recomendables, siendo la recomendación generalizada el consumir peces de un tamaño pequeño para edades pequeñas.
MEJORES PESCADOS PARA NIÑOS
Pese a estas recomendaciones, tampoco debe cundir el pánico, pero hay que saber que hay especies mucho más nutritivas y seguras para introducir el pescado en la alimentación de los más pequeños.
La merluza, el salmón o el gallo son ideales, porque son peces con un sabor y una textura muy agradables.
Además, la Asociación Española de Pediatría explica que el pescado debe introducirse poco a poco y según en la edad en la dieta de los niños, empezando en purés y después desmigado y sin espinas. Por este motivo es importante saber qué tipo de pescados es conveniente para cada edad, en este caso para los más pequeños de la casa.