EL GRAN DERBI

El duelo cainita se calienta por momentos: vigilancia intensiva desde este mismo sábado

Los ultras de ambos equipos llaman a filas a sus aficionados a través de las redes sociales y deslizan insultos para el vecino; autoridades, clubes y fuerzas de seguridad, con la firma encomienda de evitar enfrentamientos y provocaciones

Lo de siempre. Nada nuevo bajo el sol. Pero autoridades, clubes y fuerzas de seguridad comienzan el fin de semana expectantes para evitar que El Gran Derbi se juegue fuera del campo, en este caso el Ramón Sánchez-Pizjuán. Hasta 396 efectivos componen el dispositivo acordado para velar por la paz antes, durante y después del Sevilla FC-Real Betis del próximo domingo 30 de noviembre a partir de las 16:15 horas. Así, la Policía Nacional intensificará su labor en las dos noches previas a la magna cita deportiva, pues la encomienda principal será evitar las quedadas para pegarse que han protagonizado otras veces los ultras de ambas escuadras.

Casi 400 agentes componen el dispositivo de seguridad

"Queremos permitir un entorno seguro antes, durante y después del encuentro, especialmente en zonas sensibles como Nervión y los hoteles de concentración. La Policía mantendrá una vigilancia reforzada previa al encuentro para anticiparse a cualquier movimiento de grupos radicales, pues el objetivo es "que todos puedan disfrutar del partido con civismo, contribuyendo a que el derbi se viva como una jornada de convivencia y deporte", afirmaba este miércoles el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano. Para ello, como ya se ha referido, se desplegarán no sólo los agentes de la cuarta unidad de la UIP en la llamada Fase Crítica el mismo domingo, sino antes, con supervisión de las redes sociales para detectar provocaciones que deriven en encontronazos en las calles de la capital hispalense.

A por una paz duradera

Los principales grupos ultras de Real Betis (Supporters Gol Sur y Gol Sur 1907) y Sevilla FC (Biris Norte) llevan desde principios de semana alentando a las masas para que respalden a sus equipos ya desde los entrenamientos a puerta abierta de este sábado a mediodía. Los primeros, inicialmente, exigiendo al club que lo fijara, lo que no ocurrió hasta este viernes, aunque el diálogo cibernético ha ido subiendo de graduación conforme pasan las horas, cruzándose los hinchas radicales insultos que, por el bien general, deberán quedarse ahí. Además, las respectivas directivas extremarán precauciones para que no se produzcan exhibiciones de pancartas como la del año pasado en el Benito Villamarín, a punto de poner en entredicho las reactivadas relaciones entre los clubes y que costó luego una fuerte sanción, mientras que otras salidas de tono inoportunas, como la de Pablo García tras el 2-1 al FC Utrecht alentando un cántico ofensivo hacia el eterno rival, han sido atajadas rápidamente, disculpándose el de Alcosa en ESTADIO Deportivo por dejarse llevar por la euforia.