Medvedev destroza a De Miñaur y es la única certeza en Shanghái
Daniil Medvedev sigue haciendo de Shanghái su jardín y tras pasar por encima de Álex de Miñaur ya está en semifinales, más cerca de su primer en más de dos años

Cuando el caos toma el tenis y no hay ninguna certeza, hay jugadores que se crecen. Y en muy pocos torneos ha habido tanto caos como en el Masters de Shanghái de estas semanas. En ese contexto tan candente ya emergió Novak Djokovic, que se ha colado con mucha agonía y resiliencia en las semifinales, donde se medirá a Valentin Vacherot. Eso en una parte del cuadro, pues en la otra era el turno de los cuatro restantes, y tras ver la campanada de Arthur Rinderknech ganando a Felix Auger-Aliassime solo quedaba el que, por nivel medio de ambos jugadores, era el mejor duelo, el que ha enfrentado a Álex de Miñaur y Daniil Medvedev.
Un verso libre como el ruso ante la fiabilidad patológica del 'aussie', que hace de la consistencia un arte. El problema es que cuando falla eso, hay poco más. Eso es exactamente lo que ha sufrido este viernes en la ciudad china. En un partido incómodo para él, donde no ha tenido en ningún momento continuidad, fallando mucho, sin meter grandes golpes ni asegurar los saques. Ni siquiera el físico, otro de sus fuerzas debido a la velocidad que le hace ser el más rápido de la ATP, le ha acompañado. Por todo eso ha terminado cediendo ante el moscovita.

Medvedev se crece en "la mejor ciudad del mundo"
Ya dijo el ruso tras ganar en cuartos de final que Shanghái era la mejor ciudad del mundo y en ella se crece. Pues eso mismo es lo que ha hecho ante el australiano, que ha sido muy inferior. La versión del ruso que le llevó a ser número 1 del mundo hace tiempo que no es la que más muestra, pero el día que se acerca a ella, es un gozo disfrutar de su tenis. Pero no para el que lo sufre. Con ella ha comenzado muy fiable ante un De Miñaur que parecía tocado, así ha aprovechado en la primera manga para conseguir una rotura temprana y mantenerla para ponerse por delante con un 6-3.
En la segunda la situación ha sido diferente. La igualdad ha entrado en juego y los puntos han sido mucho más largos y trabajados, pero aún con esas De Miñaur ha cometido más errores de la cuenta más en esos momentos, lo que a la larga le ha llevado a Medvedev a, en el noveno juego y con 4 iguales, volver a romper. Y no ha fallado con su servicio, poniendo la directa a las semifinales, las número 50 de su vida en pista dura, donde este sábado le espera Arthur Rinderknech.