Novak Djokovic desoye a su cuerpo para seguir ganando en China
Novak Djokovic ha conseguido el pase a las semifinales del Masters 1000 de Shanghái tras ganar en un duro partido a Zizou Bergs, en el que una vez más ha tenido que hacer frente a calambres y problemas para respirar

Novak Djokovic es inevitable, o al menos eso deben pensar todos y cada uno de los rivales que se está cruzando en el Masters 1000 de Shanghái. No está ni mucho menos en su mejor momento el serbio, para el que además las condiciones que se dan en la ciudad china, de altas temperaturas y una humedad que convierte la pista en una sauna. Al ganador de 24 grandes le cuesta mucho respirar, transpira en exceso y los calambres hacen acto de presencia mucho antes de lo que deberían. Sin embargo, sigue pasando rondas y ya está en semifinales tras ganar a Zizou Bergs.
Ya se vio a 'Nole' vivir una agonía en octavos ante Jaume Munar, cuando un remate del balear inexplicablemente fuera lo sacó del partido dejó libre el camino. Así se plantó en los cuartos de final, donde le esperaba Zizou Bergs. El verga, también una sorpresa que ha ganado hasta a tres cabezas de serie, no está acostumbrado a estas instancias en un Masters 1000. Por eso, aún estando Djokovic muy mermado, ha terminado cediendo, cometiendo muchos errores 'infantiles', impropios de la élite. Especialmente en el segundo set, cuando ha tenido opciones de darle la vuelta al duelo.

La 'garrapata' Djokovic sigue picando
Como suele hacer en estos partidos, el de Belgrado ha entrado con todo, aprovechando la tregua que le da su cuerpo en los primeros minutos y así iba a por delante en el primer set gracias a un quiebre en el sexto juego. 4 a 2 y saque para ponerse muy cerca del set. Sin embargo, una desconexión en ese momento le ha dado al centroeuropeo tres oportunidades para devolver el quiebre, las mismas que no ha aprovechado, permitiendo a Nole confirmar el 'break' y a la postres, cerrar el set con un 6-3 que respondía bastante bien a como estaba siendo el partido.
Así se han plantado en el segundo parcial, donde Djokovic ya empezaba a mostrar los mismos síntomas que ante Munar. Calambres, gestos excesivos y necesidad de parar al final de la mayoría de puntos. Así iba reinando la igualdad, con ambos manteniendo sus saques, sin ni siquiera conceder oportunidades, hasta que en el noveno, ha sido Djokovic, a la primera, el encargado de romper la dinámica y el saque de Bergs.
Un quiebre devuelto a las primeras de cambio. Y de nuevo en el úndecimo, Nole ha respondido. Con puntos inverosímiles, agarrado a la pista sin casi saber como y esperando los fallos de Bergs. Con esa fórmula el resultado solo podía ser uno, la victoria, que ha llegado merced al 7-5. Ahora el 4º cabeza de serie, convertido en gran favorito, se medirá el sábado a Valentin Vacherot, la gran sorpresa de la semana y casi del año en la ATP.